Lo que aprendí cuando subí de peso para no regresar con mi ex.
El cuerpo responde a creencias profundas.
El autosabotaje puede darnos pistas de aquello que tenemos por sanar. A veces el aumento de peso no se trata únicamente de un tema de alimentación y ejercicio, puede tratarse de una estrategia inconsciente para protegernos de algo.
Hace unos días tomé consciencia de que una parte de mí estaba intentando engordar para protegerme, creía que de esa forma, un ex novio no me pediría regresar cuando volviera a México.
Estaba de intercambio en Madrid, estudiando en una Universidad maravillosa. Tenía años aplicando para ganar esa beca que me ayudaría a vivir en España por un semestre. En diciembre, recibí una llamada de mi Universidad para compartirme había ganado la beca. Esta noticia había llegado un mes después de terminar y soltar esa relación que ya no se sentía bien.
Fiesta en miércoles, pizza a las 4 am, cigarro por la mañana en el mini balcón del piso (sí, antes era fumadora) y cigarros pm para ponerme al día con mi roomie, pastas, tapas, cañas, patatas bravas y un trastorno alimenticio no diagnosticado. Y sí, desde entonces gimnasio, pero la verdad es que aunque siempre ha estado dentro de mis prioridades el ejercicio, encontraba formas de sabotear mi progreso y mi salud. La razón… ya te la compartiré, quizás puedas identificarte.
Hay muchas cosas que decir acerca de esto. Comenzando por las creencias que tenía, como por ejemplo, la creencia de que si engordaba no era merecedora de una relación amorosa o de que mi valor y el amor que recibía estaban condicionados al aspecto de mi cuerpo. También la creencia de que mi opinión y lo que quería en realidad no era tan importante (eso decían mis actos) y por lo tanto necesitaba ingeniármelas para que las personas decidieran lo más parecido a lo que yo quería respecto conmigo, en este caso, no regresar a una relación que para mí ya había terminado.
Casi diez años después, veo que me estaba autosaboteando al engordar, pues intentaba protegerme de lo que supuestamente no podía afrontar de otra forma, por las creencias que tenía en ese momento. Mi mente subconsciente tomó la interesante decisión de que lo mejor sería engordar, pues según así no me iban a querer.
Esta es una creencia que se instaló en mi mente en primera instancia por lo que veía y escuchaba durante mi niñez por una de una de mis figuras de autoridad, y después por la forma en la que la sociedad calificaba (y sigue calificando) el valor de las mujeres.
Creo que muchas veces hemos utilizado a nuestro cuerpo para que nos “eche la mano” con algo que a nosotras nos representa un reto o creemos que no podemos o tenemos el derecho de hacer. El cuerpo habla porque nosotros mismos le mandamos mensajes desde nuestro inconsciente. Son esas creencias albergadas en una parte muy profunda de nosotros, las que en ocasiones orientan a nuestro cuerpo a cambiar su forma. Cuando lo que necesitamos cambiar en realidad son nuestras creencias, la forma en la que medimos y condicionamos nuestro valor y merecimiento de amor, según el aspecto, forma, tamaño y peso de nuestro cuerpo.
Hay muchas mujeres que sienten que tienen un cuerpo que no es suyo. Me refiero a que se siente manipulado por sus creencias limitantes, miedos y heridas, por esas ideas en su mayoría inconscientes que lastiman profundamente el corazón, autoestima, confianza y el mismo cuerpo.
Tal vez tú también has notado que tu cuerpo cambia cuando estás pasando por situaciones que te mueven internamente. Quizás alguna vez has comenzado un estilo de vida más saludable: te inscribes al gimnasio, inicias motivada, incluyes más vegetales y disminuyes tu ingesta de azúcar, incluyes alimentos más naturales en tu carrito del súper, preparas tus comidas y luego de unos cuantos días, vuelves a los antiguos hábitos. Hábitos de autosabotaje.
La buena noticia es que esto puede cambiarse, la clave está en saber qué es lo que buscas de forma inconsciente con esas acciones, para luego cambiar las creencias que te convenga cambiar para romper con ese patrón que desgasta y hace tanto daño.
Un camino para lograr conocernos es la biodescodificación, desde esta perspectiva, el aumento de la grasa corporal en el cuerpo está relacionado con una protección hacia aquello que el inconsciente percibe como una amenaza. En mi caso, la amenaza era la de regresar a una relación que ya no quería. En ese momento dejé que mi cuerpo llevara la situación porque yo no sabía cómo decir que no.
Abrazo a esa versión mía, abrazo a todas la versiones que he sido porque han sido perfectas para mi camino y mi aprendizaje, honro a cada una de ellas, las respeto y les agradezco profundamente. Y te invito a hacer lo mismo, al final cada una de las desiciones que tomamos y cada cuerpo que tenemos a lo largo de la vida es el indicado para el momento que transitamos y nos enseña algo, si así lo elegimos.
En varias conversaciones con mujeres cercanas he descubierto que se juzgan demasiado cuando su cuerpo cambia, cuando sube, baja o se hace grande o más chico, cuando no es como ellas quieren. Y sí, creo que a muchas nos ha sucedido esto, pero lo importante e interesante es el mensaje que nuestro cuerpo quiere darnos.
Quizás uno de mis hermanos diría algo como: “Ay, Karla, tú y tus cosas, si alguien engorda es porque le gusta la comida y ya”. Y sinceramente creo que a todos nos gusta la comida y que un cambio físico va más allá de comer, calorías, ejercicio, sudor y esas cosas.
Lo que quiero con este texto es que te cuestiones, que indagues y que estés muy atenta a lo que se ha presentado en tu cuerpo, cómo este cambia en diferentes ocasiones y qué mensaje intenta darte, ahí hay muchos datos acerca de ti, y la oportunidad de canalizar tus emociones de una forma diferente.
¿Crees que si subes de peso, por fin podrás se lo suficientemente grande para ser vista?, ¿Crees que si bajas de peso al fin serás digna de recibir amor?, ¿Crees que si engordas vas a estar protegida de alguna amenaza?, ¿Crees que no puedes decir que no porque tu opinión no importa y tienes que dejar que tu cuerpo ponga una barrera o se bloquee?
Ojalá puedas darte tiempo para reflexionar. Si llegaste hasta aquí es signo de que estás buscando la forma de sanar esas partes que sabes que lo necesitan, estás en el camino y eso ya comienza a transformar. No te sientas sola, hay miles de personas pasando por un tema así, solo que pocas son las que lo comparten.
Mándame un mensaje si quieres compartirme algo.
Con amor, Karla.